El ozono, es una forma alotrópica del oxígeno, formada por tres átomos de este elemento, es un potente oxidante y desinfectante, con variedad de aplicaciones.
Aparte de su probada acción desinfectante, el ozono, por su gran poder oxidante, elimina eficazmente la materia orgánica (grasa, sudor, sangre…) de los textiles, dilatando sus 
fibras, lo que a su vez favorece la penetración de los detergentes por su efecto humectante.
El ozono, además, se transforma rápidamente en oxígeno, lo que aumenta la concentración de este en el agua. El incremento de oxígeno, por su parte, aumenta el potencial de limpieza de los detergentes utilizados.
Además del control microbiológico que el ozono proporciona, elimina olores y suciedad y favorece la acción de los detergentes.